MAR DEL PLATA
19/09/2011
Un recital de la palabra que invitó a la lectura.

Con la lectura de fragmentos de sus propias obras, los escritores convocaron al público a imbuirse en el mundo de las letras.

 

Con variedad de tonos, géneros y temáticas, destacados escritores latinoamericanos realizaron una invitación a la lectura. Brindaron así un clarísimo ejemplo de una de las propuestas centrales que sugirieron implementar tras dos intensas jornadas de debate sobre el campo literario en el marco del Cofralandes de Letras que organizó la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) en el IV Congreso Iberoamericano de Cultura.

Francisco Hinojosa (México); William Ospina (Colombia); José Manlio Argueta (El Salvador); Basilio Belliard (República Dominicana); Rafael Courtoisie (Uruguay) y Leopoldo Castilla, Guillermo Martínez, Sergio Olguin y Claudia Piñeiro deleitaron con sus lecturas al público que asistió al encuentro convocado por la CONABIP en el salón Columnas del Atlántico, en el Hotel Provincial de Mar del Plata el viernes 16 de septiembre a las 20 horas.

La actividad, que inicialmente fue pensada como un diálogo abierto y pasó a ser una lectura pública, constituyó una puesta en práctica de una de las principales propuestas del encuentro Cofralandes de Letras. María del Carmen Bianchi, titular de la CONABIP explicó que “el punto de partida del documento que redactaron los escritores fue un hecho simple y básico pero, sin dudas, fundamental: sin lectores, la literatura pierde sentido. Por eso, el tema de la promoción de la lectura y las propuestas en torno a implementar distintas acciones de incentivo fue central”.

Y vaya forma de tentar tanto a quienes aún no se iniciaron en la lectura como a quienes ya lo hicieron a introducirse en o en profundizar dicha práctica. Aquellos que estuvieron entre el público tuvieron la oportunidad de viajar a la India a través de uno de los poemas colombianos de Ospina; reirse a carcajadas con las declaraciones de los mexicanos personajes de Hinojosa; emocionarse con la salvadoreña “Declaración de Amor” de Argueta; los poemas del libro “Manada” de Castilla o con “Soñar” de Belliard. También pudieron entrar en la tensión de los relatos de “Help Me!” de Martinez; aliarse o enojarse con la protagonista o el marido de “Tuya”, de Piñeiro o seguir atentamente el relato del personaje de “Oscura monótona sangre”, de Olguin. También fueron interpelados por el llamado a “Enriquezca su vocabulario” que realizó a través de su lectura Courtoisie.

Una demostración contundente de los mundos, situaciones, personajes y emociones que se pueden recorrer a través de los libros, gracias a autores que supieron transmitir con sus voces la palabra escrita que tan bella, risueña u oscuramente plasmaron antes en el papel.