La Constitución Nacional, en su artículo 19 transforma a la libertad en uno de los principios fundamentales de toda la normativa; de esta manera, el llamado "principio de reserva" afirma que "las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados". Finalmente dispone que "nadie será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohibe".
En esta línea, toda la normativa que emane de los diferentes poderes deberá respetar este principio y el contenido de cualquier decisión deberá tener en cuenta que la libertad es el principio fundante de la sociedad civil.